lunes, 3 de enero de 2011

Propósitos y Cartas

Habiendo pasado ya la barrera del 2010 y superado el primer lunes después de año nuevo, todos deberíamos hacer balance de este primer día "de rutina" tras la noche de fin de año.
En general, todos hacemos una pequeña reflexión a medida que se acerca el día 31 de diciembre, tanto respecto al año que dejamos atrás como al año que iniciamos. Viene a ser un poco como "el lunes empiezo el régimen" pero claro, estamos hablando de TODO UN AÑO; no podemos crearnos propósitos a la ligera y romperlos a la primera de cambio: deben ser pensamientos firmes que realmente deseemos cumplir a rajatabla.
Evidentmente, los propósitos no pueden comenzar con el año (aunque parezca una paradoja), porque... ¿quién va a ponerse a dieta el 1 de enero? ¿quién va a dejar de fumar en una reunión familiar? ¿quién va a ir al gimnasio el primer día del año? ¿cómo vamos a ir a pasear 40 minutos diarios el día después de la gran juerga anual? No, no, no, no es coherente... así pues, pasamos la pelota al día siguiente, en este caso el 2 de enero que por suerte o por desgracia este año cae en domingo... pero no podemos iniciar nuevos propósitos en domingo! El domingo es el día del descanso, de darse un capricho, de tomarse una copita y fumarse un cigarrito, y de tomar tarta en el postre ¡es inviable iniciar ningún buen propósito! Así que retrasamos el inicio de los buenos propósitos al lunes 3 de enero de 2011. ¡Hoy sí, ha llegado el día! Hoy es el día de levantarse un par de horas antes para ir a hacer footing y unos abdominales, dejar de morderse las uñas y tomar un desayuno compuesto por fruta, cereales integrales y lácteo bajo en grasa; después iremos al trabajo en transporte público y bajaremos una parada antes para hacer el resto andando, no ponernos nerviosos en el trabajo y tener al jefe contento; también haremos el esfuerzo de llamar unos minutos a nuestros padres y abuelos para reforzar las relaciones familiares y nos iremos a dormir pronto para levantarnos mañana con ganas de comenzar el día.
Uffff... da un poco de pereza... y más pensando en el frio que hace en la calle y lo bien que se está en la camita (como para salir dos horas antes para ir a hacer footing!), que los nervios le crispan a uno y morderse las uñas es quizá una de las maneras más sanas de canalizarlo, lo rápido que es tomar un café y una pasta por la mañana en lugar de una pieza de fruta, y lo insoportables que son el jefe y los compañeros de trabajo; además, ¿para qué llamar a padres y abuelos cuando el día de reyes posiblemente nos veamos? No, no es lógico... tal vez sea mejor pasar esta semana y dejar los propósitos de año nuevo para pasado reyes... que viendo que ese día se nos junta con el fin de semana, quizá mejor dejarlo ya para el 10 de enero... ¿o no?
Dejando los propósitos a un lado, es el momento de escribir la carta a los reyes magos. ¿qué pedirles? ¿es mejor pedir algo para mí o para los demás? ¿pedimos para todos un poquito? ¿merece la pena pedir cosas materiales o es mejor pedir salud, paz y amor? uffff... complicado... lo bueno es que los reyes magos no son como la lámpara de Aladino que te concede tres únicos deseos; a los reyes magos se les puede pedir todo lo que uno quiera, puedes hacer una lista interminable... y otra cosa es que te lo traigan, pero por pedir... tú puedes pedir.
Si me hiciesen elegir un único regalo, un solo deseo, una sola petición... seguramente pediría que las cosas siguiesen igual que están ahora, porque es verdad que podrían ir mejor pero también podrían ir peor... así que más vale pájaro en mano, y "virgencita, que me quede como estoy!". Pero si se tratase de un regalo material... uffff, si he de ser sincera no se qué pediría!!!! posiblemente un teléfono móvil de estos tan modernos y tan maravillosos que hay hoy en día y que tienen cámaras de fotos más buenas que la mejor canon del mercado, y una cámara de vídeo genial para recordar momentos estrella... todo esto con tarifa plana e internet incluído, claro! aunque se que dentro de tres meses quedaría anticuado... También podría pedirles un coche fantástico con navegador GPS, control de velocidad, descapotable, ultra maravilloso... pero mantenerlo cuesta una pasta... Creo que he llegado a la conclusión de que en cuanto a regalos materiales más vale algo sencillito y que no comprometa: el clásico pijama, un juego de sábanas, una bufanda, unas zapatillas, una mantita para el sofá... ¿sí?
Sea como sea, lo difícil será hacerles llegar la carta a SSMM, porque ya no estamos a tiempo para mandarla por correo ordinario y su dirección de email no está en facebook, así que no hay más remedio que entregar la carta en mano el día de la cabalgata... ¿seré capaz de sortear a la muchedumbre? Los niños son un obstáculo fácil, pero... ¿y las madres de los niños? ¿y las abuelas de los niños? ¿y los paraguas en caso de lluvia? difícil... haré con la carta una forma de avión e intentaré mandarla a distancia.
En todo caso, habrá que portarse bien y ser pacientes; cuando cada uno hace bien las cosas que tiene que hacer todo lo demás te viene dado... y si las cosas no salen como uno esperaba, acabas adaptándote... para bien o para mal... ¡¡¡¡Virgencita, que me quede como estoy!!!

2 comentarios:

  1. ep, yo llevo dos días sin tomar cola-loca. Y a los Reyes les he pedido muuuuuuuuuuuuuchas cosas, pero seré superfeliz con lo que me traigan.
    No nos olvidemos de poner la bota más grande que tengamos debajo de la ventana y agua para los camellos. :-)

    ResponderEliminar
  2. Qué grandísimo post sobrina Marta!!!

    FELICES REYES!!!!

    ResponderEliminar