jueves, 15 de septiembre de 2016

Integral... ¿desde el principio?

Esta mañana hemos tenido la suerte de poder asistir a la conferencia sobre alimentación infantil impartida por Julio Basulto y Carlos Gonzalez. Como siempre, un 10 a estos dos ponentes (he de decir que ha sido nuestra primera experiencia en directo; hasta ahora siempre los habíamos visto on line).
Al acabar la charla, un futuro papá se me ha acercado y me ha hecho una pregunta: "¿los cereales para el bebé pueden ser integrales desde el principio?" IMPORTANTE: Entendamos "cereales" como los cereales normales que tomamos los adultos (arroz, macarrones, pan, espagueti...).
La verdad es que nunca antes me había planteado esta cuestión, pero teniendo en cuenta que la preocupación actual de la sanidad, en este sentido, es que en general los niños toman poca fibra, no me ha parecido una mala idea (un macarrón es un macarrón, y si le añadimos un plus de fibra, pues mejor que mejor).
Pero no me gusta dar consejos sin estar bien informada (y aun menos, tratándose de alimentación para bebés de menos de un año!!!!) así que, al llegar a casa, me he puesto a investigar. Y, como (por desgracia) viene siendo habitual en cuestiones de alimentación infantil, hay controversia al respecto (y es que en estos temas hay poca evidencia científica porque, por cuestiones de ética, no pueden realizarse estudios en niños. Imagínate que quieres investigar si el consumo de fibra en lactantes es dañino, le das un super chute de fibra a 1.000 bebés "para ver si les hace daño o no" y tres años después descubres que a causa de ello les has provocado una enfermedad irreversible.).

Veamos algunas de las referencias que he encontrado:

-"Es pot oferir el pa, la pasta i l’arròs integrals, ja que són més rics en nutrients i fibres" ((Se puede ofrecer el pan, la pasta y el arroz integrales, ya que son más ricos en nutrientes y fibras)).  
Extraído de http://salutweb.gencat.cat/web/.content/home/ambits_tematics/per_perfils/centres_educatius/menus_escolars/programa_revisio_programacions_menus_escolars_catalunya_preme/documents/arxius/Alimentacion_0-3_2016.pdf, Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia, de la Agencia de Salud Pública de Catalunya (Generalitat de Catalunya)
No especifican edad ni condiciones. Por el contexto de la guía, entenderemos que se refieren a su introducción a partir de los 6 meses.
De entrada, esta recomendación no me inspira demasiada confianza. No por la recomendación en sí sino por la poca justificación que ofrecen y porque, que yo sepa, los alimentos ricos en fibra no sólo no ofrecen más nutrientes sino que reducen en mayor o menor medida la absorción de otros nutrientes (colesterol, minerales...).

- "Durante el primer año de vida hay muy pocos estudios que traten sobre las necesidades de fibra para el lactante ya que, si por un lado presentan efectos beneficiosos para la salud, como su efecto sobre el vaciado gástrico y la saciedad, su efecto laxante y sus efectos positivos sobre los niveles de glucosa y colesterol en sangre, también hay que tener en cuenta otros aspectos tales como que las fibras insolubles de los cereales integrales son resistentes a la fermentación colónica y pueden ser irritantes para el intestino del lactante, o la presencia de fitatos y oxalatos que conjuntamente con las fibras interfieren en la absorción de elementos minerales tales como el calcio, hierro, magnesio, cinc, etc.
Por este motivo, la Academia Americana de Pediatría señala que no hay necesidad de añadir fibra durante el primer año de vida 36,37 y las ingestas dietéticas de referencia DRI (dietary reference intakes) de Estados Unidos no determinan cantidad alguna para este período 6. Una estrategia adecuada consiste en introducir, de forma progresiva en la dieta sólida del niño, frutas y verduras variadas, así como cereales fáciles de digerir siendo la fibra consumida equilibrada entre soluble e insoluble (25 y 75 %, respectivamente). En cualquier caso, parece prudente que las cantidades de fibra procedentes del aporte de los cereales, frutas y verduras no sobrepasen los 5 g/día hasta el año de vida, con especial atención a la calidad de la fibra, suprimiendo o limitando la celulosa y hemicelulosa que se hallan en las capas externas de los cereales o en la piel de las frutas y verduras, y controlando así mismo los niveles de oxalatos y fitatos."
Extraído de http://www.analesdepediatria.org/es/bases-una-alimentacion-complementaria-adecuada/articulo/13094263/ de la Asociación Española de Pediatría

De entrada, la descripción que presenta la AEP me parece más argumentada; la Generalitat parece que simplemente ha tenido en cuenta la necesidad de fibra dietética (el mismo argumento rápido e improvisado que hice yo esta mañana) pero la AEP ha ido más allá y ha hecho un análisis más profundo, digno de una publicación como a la que me remito.
En todo caso, la AEP habla de que "no hay necesidad de añadir fibra durante el primer año de vida" pero yo me pregunto, ofrecer alimentos integrales es añadir fibra? Recordemos que el grano integral es el que encontramos en la naturaleza, y que lo "no natural" es el grano refinado. Según este principio, dar cereales integrales no sería añadir fibra en la dieta sino que para añadir fibra en la dieta estaríamos haciendo referencia a comprar semillas de lino o salvado de trigo.
Así que, bajo mi punto de vista, lo mejor será tomar como referencia estos 5 gr. diarios de fibra que se recomienda no sobrepasar y, a partir de aquí, hablamos.
Mi niña es bastante "gulafre" y a veces pienso que si no dejamos de ofrecerle trocitos de comida ella seguiría comiendo como si no hubiera mañana, pero haré unos cálculos aproximados y por encima, en base a lo que ella puede tomar en un día, más allá de la leche materna. (ojo, tengamos en cuenta que en ningún momento me ha dado por pesar la cantidad de comida que llega a tomar, y que unos días come más y otros come menos... y que a veces la mitad va al suelo XD)

Desayuno
- Manzana (15 gr.): 0,3 gr. fibra
- Pan blanco (20 gr.): 0,70 gr. fibra

Comida
- Judía verde (10 gr.): 0,2 gr. fibra
- Macarrones blancos (20 gr.); 1 gr. fibra
- Pollo ((no representativo))
- Pera (15 gr.): 0,3 gr. fibra

Merienda
- Pan blanco (20 gr.): 0,70 gr. fibra
- Sandía (20 gr.): 0,08 gr. fibra

Cena
- Brócoli (10 gr.): 0,3 gr. fibra
- Patata (20 gr.): 0,4 gr. fibra
- Pescado ((no representativo))
- Naranja (20 gr.): 0,46

TOTAL: 4,44 gr fibra / día

Y si cambiamos algunos alimentos por sus equivalentes en integral?

Desayuno
- Manzana (15 gr.): 0,3 gr. fibra
- Pan integral (20 gr.): 1,5 gr. fibra

Comida
- Judía verde (10 gr.): 0,2 gr. fibra
- Macarrones integrales (20 gr.); 1,7 gr. fibra
- Pollo ((no representativo))
- Pera (15 gr.): 0,3 gr. fibra

Merienda
- Pan integral (20 gr.): 1,5 gr. fibra
- Sandía (20 gr.): 0,08 gr. fibra

Cena
- Brócoli (10 gr.): 0,3 gr. fibra
- Patata (20 gr.): 0,4 gr. fibra
- Pescado ((no representativo))
- Naranja (20 gr.): 0,46

TOTAL: 6,33 gr fibra / día

¿Conclusión? Pues no puedo aportar ninguna conclusión, porque si bien es cierto que se van casi dos gramos de diferencia, hay que tener en cuenta que lo normal es que un niño igual se come la verdura pero no se come la fruta, o igual se come la pasta pero no quiere la verdura, o igual ese día sólo quiere pollo o sólo quiere pan... ¿la diferencia es tan significativa? Pues, como en muchos casos, depende de lo que coma, de la cantidad que coma y un largo etcétera.

Sinceramente, el hecho de que un niño de 6 - 12 meses coma o no coma productos integrales no me parece nada importante comparado con la verdadera problemática con la que nos encontramos hoy en día: niños de 6 meses que meriendan galletas, yogures "para bebés" que son azúcar con un poco de yogur, cereales instantáneos que son hasta un 40% de su composición azúcar... francamente, que tome el pan blanco o lo tome integral me parece secundario.

No veo ningún problema en que el niño pruebe los macarrones integrales o pruebe el pan integral... no le demos el mismo día pan integral, macarrones integrales, garbanzos, kiwi y naranja porque igual es un poco demasiado pero ir probando alimentos integrales... ¿por qué no?

Quisiera acabar este post con una reflexión de Julio Basulto (el gran Julio Basulto) cuando le hicieron esta misma pregunta (extraída del enlace: https://www.youtube.com/watch?v=tnW0je2fXC4 el cual os recomiendo visualizar de principio a fin, porque vale mucho la pena)

"¿Los cereales integrales se pueden incorporar en la alimentación del bebé a partir de los 6 meses? Cuando yo hablo de cereales integrales, o cuando los dietistas nuricionistas hablamos de cereales integrales, no hablamos de Kellog's. no hablamos de All bran. Hablamos de harina integral, arroz integral, pasta integral o pan integral. Mejor sin sal. Sí, se pueden incorporar a partir de los 6 meses. siempre recordando que, de los 6 meses al año, lo prioritario en la nutrición de un bebé es la leche materna, que es lo que tiene que dar la mayor parte de calorías y grasas o, en su defecto, la leche de fórmula.
Lo que no puedes hacer es hacer a tu hijo macrobiótico, es decir, darle ingentes cantidades de cereales integrales, porque su intestino no está preparado." [SIC]







miércoles, 14 de septiembre de 2016

El desarrollo de la lactancia

Los inicios fueron duros; ya comenté en el post "instauración de la lactancia" que el primer día es un bajón total (porque el bebé sólo quiere dormir y tú estás super agobiada porque no se engancha bien) y los días siguientes no son fáciles; en mi caso lo que peor llevaba al principio era el tema del sueño.
Nos advirtieron en el Hospital (y el mismo aviso lo he recibido después desde diferentes fuentes) que no dejásemos pasar más de dos horas entre toma y toma. En realidad, recientemente he refrescado conocimientos que indican que las características de la leche materna hacen que un recién nacido pida comer cada hora y media (por el pequeño volumen de estómago que tienen, y la cantidad de proteínas que tiene la leche materna, perfectamente adaptada a las necesidades de tu bebé) y que, el tiempo de más que pasa entre toma y toma es un regalo que te está haciendo tu peque para que aproveches para dormir (¡¡¡¡¡¡para dormir, no para limpiar la casa!!!!!) pero tampoco hay que pasarse; con estos treinta minutitos de propina ya está bien. Este es seguramente unos de los motivos (tentador, lo reconozco) que ayudan a decantarse por dar al bebé fórmula; el contenido en proteínas de la leche de fórmula es superior al de la leche humana y hace que el bebé tarde mucho más en digerirla y sentir hambre y, de este modo, aguanta más entre toma y toma (seguro que esto se agradece mucho por las noches) pero ojo, que dudo mucho que eso le siente demasiado bien al niño o niña (vamos, si yo me metro entre pecho y espalda un entrecot que me cuesta toda la tarde digerir, te aseguro yo que bien no lo paso...).
Está claro que un bebé lo que quiere es dormir y comer, dormir y comer, dormir y comer. Seguro que si pudieran elegir, estarían 24h al día enganchados a la teta de su madre, durmiendo y chupando de vez en cuando si tienen hambre y después otra vez a cerrar los ojos y seguir durmiendo. Por eso nos encontramos con que la nena se dormía constantemente; aquí fue muy importante el trabajo del papá para irla "molestando" mientras comía y así evitar que se durmiera. Le iba quitando capas de ropa (mucho calorcito favorece que se duerma), le movía las piernas... lo que hiciera falta para ayudar a la peque a comer.
Unos días más tarde aparecieron los problemas de grietas. Aiiiiiii que nunca hay que pensar "bueno, aguanto un poco y ya está", porque entras en un bucle que no acaba nunca; no se trata de aguantar hasta que te acostumbras al dolor sino que se trata de que no duela; buscar ayuda en cuanto lo necesites (o mejor aun, buscar apoyo antes de necesitar ayuda). La verdad es que en cuanto encontramos el grupo de apoyo a la lactancia, en dos sesiones habíamos solucionado este tema y todos los esfuerzos habían valido la pena (aunque ahora se que, de haber buscado apoyo desde el principio, me habría ahorrado malos ratos). Por eso, una vez más ACONSEJO A TODAS LAS FUTURAS MAMÁS QUE TENGAN INTENCIÓN DE DAR EL PECHO A QUE BUSQUEN UN GRUPO DE APOYO A LA LACTANCIA ANTES DE TENER A SU BEBÉ (lo puedo poner en letra más grande pero no más claro).
Y una vez en este punto... pues sobre la  marcha. El día que la enfermera pediátrica nos dijo que podíamos alargar más las tomas de la noche si no se despertaba fue el segundo día más feliz de nuestras vidas XD. Podíamos alargar hasta 5 horas sin despertarle para comer!!!!!! Aunque rara vez se daba el caso... nuestra niñita nos reclamaba antes de llegar a esas 5 horas, pero todo lo que fuera dormir más de dos horas era como un regalo caído del cielo.
Y antes de darnos cuenta nos dejamos llevar por las señales que nos mandaba nuestra niña, sin mirar el reloj ni nada por el estilo.
Así fueron pasando las semanas y los meses, y aunque hay momentos duros, es posiblemente el vínculo más fuerte que puedes tener con tu bebé.
Sobre las ventajas de la lactancia materna... pues se pueden encontrar en múltiples páginas de internet; por ejemplo http://www.lalligadelallet.com/wp-content/uploads/2011/05/elmillorcomencament.pdf Por eso creo que no merece la pena copiarlas aquí.
Pero la verdad es que, pese a las dificultades, y además del tema de salud (para la madre y para el bebé) y las cuestiones de vínculo afectivo... Que comodidad tener la comida para el bebé siempre a punto, sin tener que medir cacItos ni calentar agua!!! Que bueno para la economía doméstica, no gastar cantidades y cantidades de dinero en leche de fórmula!!! Que práctico no tener que estar pendiente cada vez que sales de casa de si llevas suficiente leche, dónde la podrás preparar...

Seamos un poquito egoístas y luchemos por la lactancia materna! ;)

viernes, 9 de septiembre de 2016

La importancia del apoyo a la lactancia

Durante la primera visita al pediatra del CAP (el décimo día de vida del bebé), una de las cosas que nos preguntó la doctora era si tomaba pecho o fórmula. Al decirle que tomaba pecho la siguiente pregunta vino rodada: "¿y tú cómo lo llevas?", me preguntó.
Mi respuesta "bueno, me duele cuando le doy" no fué muy diferente de la que daría la mayoría de madres a las que les preguntasen eso, pero yo he tenido la suerte de ir a un CAP en el que están muy concienciados con este tema y la pediatra me aconsejó que asistiera a algún encuentro del grupo de apoyo a la lactancia que tienen los martes por la mañana en ese CAP. Me dijo "si vas al menos un par de veces seguro que notas mejoría".
Fui el siguiente martes, y fui de nuevo el otro martes (un par de veces, como me aconsejó la doctora). Y fui también al otro martes, y al otro también, y al otro no fui porque teníamos la prueba de audición del recién nacido de nuestra niña, pero al otro volví a ir y al otro y al otro... y así hasta que la peque tuvo algo más de 6 meses y tuve que dejar de ir porque ya se terminó el permiso por maternidad, y la compactación de la lactancia, y las vacaciones del año pasado, y las vacaciones de este año, y todos los días que pude sacar de cualquier parte con tal de poder alargar las semanas sin ir a trabajar, con el propósito principal de darle a la niña lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses.
Así que se acabaron mis encuentros semanales con el grupo de apoyo. Y lo eché MUCHO de menos...
Después de unos tres meses sin ir, esta semana tuve la oportunidad de volver (este martes por la mañana no tenía que ir a trabajar) y me encantó. Como era de esperar, no había ninguna de las chicas con las que había compartido los meses anteriores (igual que yo, todas habían tenido que volver al trabajo), y las nuevas mamás tenían bebés muy pequeñitos (nueve días, catorce días, cinco semanas....) y ahí estaba yo, con mi niña de más de nueve meses a la que doctora y enfermera casi no reconocieron de lo mucho que había crecido desde la última vez que la vieron (y es que con este tiempo, en tres meses crecen y se espabilan una barbaridad). 
Y realmente, seguí comentando inquietudes y consultando dudas en el grupo (parece que si el bebé ya pasa de las 16 semanas te reincorporas al trabajo y ya lo tienes todo aprendido, pero nada más lejos de la realidad!) . Y, entre otras cosas, me animé a preguntar si conocen algún grupo que se reúna por las tardes (para poder combinármelo con el trabajo). Al principio me daba un poco de reparo, me daba "cosa" imaginarme ir a una reunión de este tipo con un bebé tan grande. Pero después pensé... ¿y por qué? es un grupo de apoyo a la lactancia; un bebé puede lactar hasta que tiene dos días o dos meses o dos años o cuatro años... y aunque sea sólo para compartir experiencias, merece la pena asistir.

Así que, en resumen, mis consejos son: tened paciencia, contactad con un grupo de apoyo a la lactancia, leed a Carlos Gonzalez (y si no os gusta leer, tenéis miles de vídeos suyos en internet) y, sobretodo, que no os metan en la cabeza frases tipo "es que a lo mejor no tienes leche", "es que tu leche parece que no le alimenta", "es que le estás malcriando con tanta teta", "la lactancia materna es para países subdesarrollados", "esto de dar el pecho es una moda. En mis tiempos se daba biberón que, total, es lo mismo". 

Y por ahora os dejo, que se despertó la nena...