domingo, 7 de octubre de 2012

Jornadas Immunitas Vera

Ayer tuve la ocasión de asistir a la III jornada Immunitas Vera sobre alergia a los alimentos, a través de la ACDN (Asociación Catalana de Dietistas - Nutricionistas).

Tras una breve presentación de las jornadas, la Doctora Maite Giner del Hospital Sant Joan de Déu hizo una amena presentación sobre la alergia alimentaria a fin de informar a afectados, familiares y profesionales de los mecanismos que la generan, el sistema de actuación, cómo actuar en caso de que se produzca, etc.

Como decía, a la jornada asistieron no solo profesionales sino también muchos papás y mamás de niñ@s pequeñ@s que sufren de alergia alimentaria. A los papás y mamás se les veía, lógicamente, preocupados / angustiados (o esa fue mi percepción) por el miedo a que si hij@ sufra una reacción alérgica. La doctora respondió a todas sus dudas y preguntas, transmitiendo profesionalidad pero a la vez tranquilidad, cercanía y apoyo en todas sus respuestas. Su mensaje resultaba, por lo menos, esperanzador.

En el descanso de 11.40 a 12.10 pudimos degustar algunos productos libres de alérgenos como galletas sin gluten y sin leche y sin huevo, golosinas sin gluten, galletas libres de frutos secos... también había chocolatinas, neulas, etc. Personalmente hacía tiempo que quería degustar las galletas sin gluten y la verdad es que no notas la diferencia de una galleta con gluten (eso sí, hay que decir que las tres variedades que tomé eran bastante aceitosas; imagino que ante la falta de gluten hay que aportar textura con otros elementos... quizá existan variedades menos aceitosas).

Y sin más divagar, os animo a todos a visitar su página web http://www.immunitasvera.org/

viernes, 5 de octubre de 2012

Ahorro en el hipermercado

Observé que al comprar en hipermercados carrefour algunas veces el precio de un producto que te cobran en caja no es el que marca la etiqueta en la estantería... pero claro te das cuenta al llegar a casa (cuando haces la compra del mes es IMPOSIBLE fijarte precio por precio y, aun más difícil, memorizar lo que marcaba la etiqueta de cada producto).

En varias páginas web he oído hablar de esto como "la estafa carrefour", definiéndose como: cuando ves el precio en la etiqueta crees que ahorrarás porque es barato pero cuando pasas por caja no ahorras porque no te cobran lo que marca en la estantería. Claro, si la diferencia va de unos pocos céntimos "no pasa nada" pero cuando haces una compra grande... un poquito de aquí un poquito de allí pues se nota.

La cuestión es que hoy compré algo y me cobraron 10,00 euros.


Al salir a la calle pensé "yo juraría que marcaba 9,50" y claro, por 50 cts. no vas a volver pero... estoy ya mosqueada con este hipermercado.

Efectivamente, marcaba 9,50.











Así que vuelvo a hacer la cola y al llegar a caja me dice la señorita que ella no sabe nada, que vaya a la planta de abajo a atención al cliente. Con un ligero mosqueo me voy a atención al cliente y les comento lo sucedido y allí me han devuelto los 50 cts. sin realizar ningún tipo de revisión al respecto. 

Ahora sí que lo tengo claro: la casa carrefour realmente funciona así por sistema y si un cliente indica que se le ha cobrado más de lo que marca la etiqueta... sabe que es verdad.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Sabías que...? (3)

El consumo de café "produce un aumento de la presión arterial, por lo que puede ser adecuado en situaciones de emergencia en personas hipotensas, pero su consumo debe ser rechazado en individuos con hipertensión arterial. El efecto sobre la presión arterial es leve y transitorio."

Nutrición y Bromatología
Claudia Kuklinski
Ediciones Omega, S.A., 2003

martes, 18 de septiembre de 2012

lunes, 17 de septiembre de 2012

jueves, 13 de septiembre de 2012

Una mala elección

Hoy se ha propuesto ir a comer al restaurante "de moda" en la oficina (primera vez para mí). Al llegar he visto que la terraza estaba al completo así que hemos ido al salón interior a comer.
Todo pintaba muy bien: un local nuevo, ambiente agradable, buena compañía...
Al poco de sentarnos en la mesa nos han traído la pizarra con el menú para que pudiésemos elegir. Tres opciones de primero y tres opciones de segundo. En mi opinión, un menú "limitado" pero aceptable. Como "sorpresa", la ensalada podía ser de tres tipos diferentes a gusto del consumidor: de salmón, de queso de cabra o de atún. Por variar un poco, decidí pedir la ensalada de salmón. De segundo plato, conejo salseado o pollo al horno o lenguadina; elegí el pescado.
Tras un considerable rato esperando, han traido los primeros platos, los cuales he tenido el placer de ver cómo se preparaban ya que desde donde yo estaba sentada tenía una espléndida panorámica de la zona de preparaciones y la zona de cocción. Pues bien, la suculenta ensalada de salmón era, ni más ni menos que: abrir una bolsa de lechuga y poner una ración en un plato, añadirle una rodaja de tomate y una loncha de salmón ahumado. Sí, sí, eso era la ensalada. He deducido que en caso de pedirla de queso o de atún, era exactamente lo mismo pero con un ingrediente u otro según lo que pidas. No quiero quejarme del contenido; soy la primera que en mi casa puedo hacerme una ensalada de sólo lechuga y tomate... pero cuando voy a un restaurante espero algo "más" (llámenme sibarita...).
Después han traído los segundos platos. Por lo visto la lenguadina llevaba una cocción en papillote y han tenido el detalle de traérmela guardada en el mismo papillote. "¡qué original!" ha sido la observación de uno de mis acompañantes, y yo he pensado... "original original... ¡la que vamos a liar aquí para quitar el papel de plata!". Como era de esperar, venía en el papel de plata por una razón, y ésta era que el pescado estaba enganchadísimo al papel de plata y no había manera de separarlo, así que como no tenía ganas de pelearme con el papel de plata y como creo que no es muy normal servir un pescado en esas condiciones, pues le he pedido al camarero que por favor alguien que sea capaz me despegue el pescado del papel de plata... genial la cara del camarero cuando se lo he dicho. Por supuesto alguien ha podido despegarlo y me han traído el pescado sin papel de plata... evidentemente, en estado destruido y reconstruido, con un techo de verduras cubriendo las zonas más afectadas.
Así que después de comer "lo que he podido" pues... como que tenía un hambre que me hubiese comido unas lentejas con chorizo que mi padre estaría bien orgulloso de mí... pero como tampoco es cuestión de comer dos veces, he pensado en pedir un postre "poco dietético", jejeje. Pero el brownie (que por lo visto es el postre estrella del local) hoy no lo tenían así que he pedido yogur natural con miel. Delicioso, lo mejor del menú de hoy.