miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Sabías que...? (3)

El consumo de café "produce un aumento de la presión arterial, por lo que puede ser adecuado en situaciones de emergencia en personas hipotensas, pero su consumo debe ser rechazado en individuos con hipertensión arterial. El efecto sobre la presión arterial es leve y transitorio."

Nutrición y Bromatología
Claudia Kuklinski
Ediciones Omega, S.A., 2003

martes, 18 de septiembre de 2012

lunes, 17 de septiembre de 2012

jueves, 13 de septiembre de 2012

Una mala elección

Hoy se ha propuesto ir a comer al restaurante "de moda" en la oficina (primera vez para mí). Al llegar he visto que la terraza estaba al completo así que hemos ido al salón interior a comer.
Todo pintaba muy bien: un local nuevo, ambiente agradable, buena compañía...
Al poco de sentarnos en la mesa nos han traído la pizarra con el menú para que pudiésemos elegir. Tres opciones de primero y tres opciones de segundo. En mi opinión, un menú "limitado" pero aceptable. Como "sorpresa", la ensalada podía ser de tres tipos diferentes a gusto del consumidor: de salmón, de queso de cabra o de atún. Por variar un poco, decidí pedir la ensalada de salmón. De segundo plato, conejo salseado o pollo al horno o lenguadina; elegí el pescado.
Tras un considerable rato esperando, han traido los primeros platos, los cuales he tenido el placer de ver cómo se preparaban ya que desde donde yo estaba sentada tenía una espléndida panorámica de la zona de preparaciones y la zona de cocción. Pues bien, la suculenta ensalada de salmón era, ni más ni menos que: abrir una bolsa de lechuga y poner una ración en un plato, añadirle una rodaja de tomate y una loncha de salmón ahumado. Sí, sí, eso era la ensalada. He deducido que en caso de pedirla de queso o de atún, era exactamente lo mismo pero con un ingrediente u otro según lo que pidas. No quiero quejarme del contenido; soy la primera que en mi casa puedo hacerme una ensalada de sólo lechuga y tomate... pero cuando voy a un restaurante espero algo "más" (llámenme sibarita...).
Después han traído los segundos platos. Por lo visto la lenguadina llevaba una cocción en papillote y han tenido el detalle de traérmela guardada en el mismo papillote. "¡qué original!" ha sido la observación de uno de mis acompañantes, y yo he pensado... "original original... ¡la que vamos a liar aquí para quitar el papel de plata!". Como era de esperar, venía en el papel de plata por una razón, y ésta era que el pescado estaba enganchadísimo al papel de plata y no había manera de separarlo, así que como no tenía ganas de pelearme con el papel de plata y como creo que no es muy normal servir un pescado en esas condiciones, pues le he pedido al camarero que por favor alguien que sea capaz me despegue el pescado del papel de plata... genial la cara del camarero cuando se lo he dicho. Por supuesto alguien ha podido despegarlo y me han traído el pescado sin papel de plata... evidentemente, en estado destruido y reconstruido, con un techo de verduras cubriendo las zonas más afectadas.
Así que después de comer "lo que he podido" pues... como que tenía un hambre que me hubiese comido unas lentejas con chorizo que mi padre estaría bien orgulloso de mí... pero como tampoco es cuestión de comer dos veces, he pensado en pedir un postre "poco dietético", jejeje. Pero el brownie (que por lo visto es el postre estrella del local) hoy no lo tenían así que he pedido yogur natural con miel. Delicioso, lo mejor del menú de hoy.