miércoles, 14 de septiembre de 2016

El desarrollo de la lactancia

Los inicios fueron duros; ya comenté en el post "instauración de la lactancia" que el primer día es un bajón total (porque el bebé sólo quiere dormir y tú estás super agobiada porque no se engancha bien) y los días siguientes no son fáciles; en mi caso lo que peor llevaba al principio era el tema del sueño.
Nos advirtieron en el Hospital (y el mismo aviso lo he recibido después desde diferentes fuentes) que no dejásemos pasar más de dos horas entre toma y toma. En realidad, recientemente he refrescado conocimientos que indican que las características de la leche materna hacen que un recién nacido pida comer cada hora y media (por el pequeño volumen de estómago que tienen, y la cantidad de proteínas que tiene la leche materna, perfectamente adaptada a las necesidades de tu bebé) y que, el tiempo de más que pasa entre toma y toma es un regalo que te está haciendo tu peque para que aproveches para dormir (¡¡¡¡¡¡para dormir, no para limpiar la casa!!!!!) pero tampoco hay que pasarse; con estos treinta minutitos de propina ya está bien. Este es seguramente unos de los motivos (tentador, lo reconozco) que ayudan a decantarse por dar al bebé fórmula; el contenido en proteínas de la leche de fórmula es superior al de la leche humana y hace que el bebé tarde mucho más en digerirla y sentir hambre y, de este modo, aguanta más entre toma y toma (seguro que esto se agradece mucho por las noches) pero ojo, que dudo mucho que eso le siente demasiado bien al niño o niña (vamos, si yo me metro entre pecho y espalda un entrecot que me cuesta toda la tarde digerir, te aseguro yo que bien no lo paso...).
Está claro que un bebé lo que quiere es dormir y comer, dormir y comer, dormir y comer. Seguro que si pudieran elegir, estarían 24h al día enganchados a la teta de su madre, durmiendo y chupando de vez en cuando si tienen hambre y después otra vez a cerrar los ojos y seguir durmiendo. Por eso nos encontramos con que la nena se dormía constantemente; aquí fue muy importante el trabajo del papá para irla "molestando" mientras comía y así evitar que se durmiera. Le iba quitando capas de ropa (mucho calorcito favorece que se duerma), le movía las piernas... lo que hiciera falta para ayudar a la peque a comer.
Unos días más tarde aparecieron los problemas de grietas. Aiiiiiii que nunca hay que pensar "bueno, aguanto un poco y ya está", porque entras en un bucle que no acaba nunca; no se trata de aguantar hasta que te acostumbras al dolor sino que se trata de que no duela; buscar ayuda en cuanto lo necesites (o mejor aun, buscar apoyo antes de necesitar ayuda). La verdad es que en cuanto encontramos el grupo de apoyo a la lactancia, en dos sesiones habíamos solucionado este tema y todos los esfuerzos habían valido la pena (aunque ahora se que, de haber buscado apoyo desde el principio, me habría ahorrado malos ratos). Por eso, una vez más ACONSEJO A TODAS LAS FUTURAS MAMÁS QUE TENGAN INTENCIÓN DE DAR EL PECHO A QUE BUSQUEN UN GRUPO DE APOYO A LA LACTANCIA ANTES DE TENER A SU BEBÉ (lo puedo poner en letra más grande pero no más claro).
Y una vez en este punto... pues sobre la  marcha. El día que la enfermera pediátrica nos dijo que podíamos alargar más las tomas de la noche si no se despertaba fue el segundo día más feliz de nuestras vidas XD. Podíamos alargar hasta 5 horas sin despertarle para comer!!!!!! Aunque rara vez se daba el caso... nuestra niñita nos reclamaba antes de llegar a esas 5 horas, pero todo lo que fuera dormir más de dos horas era como un regalo caído del cielo.
Y antes de darnos cuenta nos dejamos llevar por las señales que nos mandaba nuestra niña, sin mirar el reloj ni nada por el estilo.
Así fueron pasando las semanas y los meses, y aunque hay momentos duros, es posiblemente el vínculo más fuerte que puedes tener con tu bebé.
Sobre las ventajas de la lactancia materna... pues se pueden encontrar en múltiples páginas de internet; por ejemplo http://www.lalligadelallet.com/wp-content/uploads/2011/05/elmillorcomencament.pdf Por eso creo que no merece la pena copiarlas aquí.
Pero la verdad es que, pese a las dificultades, y además del tema de salud (para la madre y para el bebé) y las cuestiones de vínculo afectivo... Que comodidad tener la comida para el bebé siempre a punto, sin tener que medir cacItos ni calentar agua!!! Que bueno para la economía doméstica, no gastar cantidades y cantidades de dinero en leche de fórmula!!! Que práctico no tener que estar pendiente cada vez que sales de casa de si llevas suficiente leche, dónde la podrás preparar...

Seamos un poquito egoístas y luchemos por la lactancia materna! ;)

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