lunes, 29 de agosto de 2016

La nutricionista ha vuelto... como mamá!

Después de meses y meses, que incluso se han hecho años, sin escribir entradas en el blog, un buen día recibes mensajes muy positivos de tu familia, que te recuerda cuánto te gustaba escribir.
Así que vamos allá!!! 
Después de nueve meses con una barriga cada vez más grande, seguidos de otros nueve meses siendo uno más en la familia, no encuentro mejor orientación para futuras entradas en el blog que la alimentación cuando llega un peque a casa (me refiero tanto a la alimentación del peque como de la familia).
Y antes de comenzar, quisiera poneros en contexto para futuras entradas:
1. La intención es "ir al grano", a lo básico, no irme por las ramas (los que ya hayan tenido peques en casa me comprenderán perfectamente, y los que no, les ruego comprendan que un bebé te quita muuuucho tiempo ;), así que no puedo permitirme dar rodeos )
2. Todo lo que escriba será el reflejo de la experiencia que he ido sacando estos meses. No voy a hablar como dietista  - nutricionista sino como mamá; relataré mi experiencia fruto de mucho leer a autores como Carlos Gonzalez y Julio Basulto, las vivencias en el grupo de lactancia y otras fuentes varias desde las que me he ido informando (aunque, quizá, en algún post saque un poquito de la dietista - nutricionista que llevo dentro; a veces no puedo remediarlo XD).

Por si alguien se lo pregunta, cuando supe que me quedé embarazada, me planteé dos opciones:
1. Recuperar todas mis notas de la universidad y planificar una dieta milimétricamente controlada que me aportase todos los nutrientes en las cantidades exactas, ni más ni menos.
2. Hacer caso al doctor que llevaba mi embarazo y "comer variado y saludable, y un suplemento de ácido fólico".

Anteriormente escribí tres posts sobre alimentación durante el embarazo:  http://nutricionistaencrecimiento.blogspot.com.es/2010/01/alimentacion-durante-el-embarazo-parte.html  y siguientes.

¿sabes que hice? me decanté por la segunda opción; decidí no volverme loca y me relajé tanto como la situación me lo permitió (todo hay que decirlo, pude permitirme este lujo porque yo ya hacía una dieta bastante saludable; de no haber sido éste el caso, habría sido el momento de cambiar de hábitos). Y es curioso, que el cuerpo te pide lo que necesita en cada momento. Pasé por diferentes fases: al principio no podía ni ver el pescado, rechazaba el chocolate por completo (con lo que yo había sido para el chocolate!!!!!), después pasé por una fase en que el cuerpo me pedía mucha fruta, y llegando a la recta final del embarazo sólo quería comer carne (con lo que he llegado a odiar yo la carne durante casi toda mi vida... pues resulta que estaba anémica perdida, y mi cuerpo me pedía carne, carne y carne. ¿la naturaleza es sabia o no?).

Así que sobre alimentación durante el embarazo no voy a escribir nada más. Ya lo escribí en su momento y, como os he dicho, decidí no hacer ni caso de la maravillosa base teórica de la alimentación ideal durante el embarazo.

Y por ahora os dejo, que la peque se ha despertado...

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